Viernes, 8
Llegada a primera hora de la tarde al aeropuerto París-Beauvais. Desde aquí salen buses hasta París que te dejan en Porte Maillot, a una hora de viaje. La línea 1, línea roja, te lleva directamente a “Tuileries”, donde tenemos el hotel. Un acierto coger un hotel tan céntrico, se puede ir andando a casi todos los sitios. Nos llevamos un buen susto porque no estaba reservado, según el recepcionista. Al final, se solucionó. Aprovechamos el resto de la tarde para ir al Barrio Latino. Al pasar por S. Germain, vimos un FNAC y compramos las entradas al Louvre. Pagas 1,6 euros de recargo pero ¡te evitas unas colas! Accedes por la puerta Richelieu sin esperas ni colas. Mucho ambiente por estas calles. Es un buen lugar de marcha. Después de tomarnos un crepe a tope, hicimos una visita nocturna a Notre Dame. Precioso todo iluminado.
Sábado, 9
Visita al Museo del Louvre(***) de 9 a 18, en sesión continua. (¡Quién da más!). Tan impresionante el continente como el contenido. Hay estancias del palacio para sacarte el hipo. A la salida devoramos algo en el primer lugar que encontramos. Es lo bueno de París que puedes comer a cualquier hora. Visita a la zona de Ópera. Aquí hay mucho comercio y muchos cines. Por lo tanto, muchos establecimientos de comida rápida. Cenamos en McDonalds. Es sábado y hay grandes colas para el cine y para ir a cenar en los restaurantes asiáticos que hay entre Ópera y St. Honoré.
Domingo, 10
Como es primer domingo de mes, la entrada a los museos es gratuita. Madrugamos para estar a las 9,30 en el Museo De Orsay(***). Cola fluida por lo que la espera es corta. Acabamos la visita a las 14,30. Comida tranquila en un restaurante del Barrio Latino. Bajamos a visitar la Sainte Chapelle pero media hora antes del cierre, 16,30, ya no admitían a más público. Por lo que visitamos la “Conciergerie”(*), que tiene unos bonitos sótanos y el morbo de haber servido de cárcel de mucha gente ilustre, y después Notre Dame(**) que, a excepción de su fachada y exterior, no me sorprendió por dentro. Incluso la vi muy oscura y no era por culpa del día, precisamente. Caminando nos acercamos al centro comercial de Les Halles y de allí, en metro, a Montmartre. Subimos andando al Sacre Coeur. Oscurecía el día. Dimos una vuelta por la “Place du Tertre” y bajamos andando por sus estrechas calles hasta Pigalle, donde el Moulin Rouge recibía la última excursión de japoneses que iban a sacar su foto. Continuamos a pie por R/ Pigalle hasta Galerías Lafayette y acabamos en el “Boulevard des Italiens” para cenar en Pizza Hut. Mucha caminata porque después bajamos andando hasta “Tuileries”, donde tenemos el hotel.
Lunes, 11
El día más completo de todos. De 9,30 a 11, visita a la Sainte Chapelle(***). Buen día y buena hora. Se ralentiza bastante la entrada porque el acceso es muy estrecho y por las medidas de seguridad que hay que pasar. Cogimos el metro y nos fuimos a Saint Denis. Visitamos la basílica y panteón(***) donde están enterrados los reyes de Francia. La visita me pareció mucho más interesante, didáctica y amena que a Notre Dame. Comimos en este humilde barrio de París y nos dimos un paseo por su calle más comercial y peatonal. Mucho inmigrante, todos lo que nos cruzamos inmigrantes. Tomamos el metro hasta el Arco del Triunfo y desde aquí hicimos una marcha a pie hasta la Torre Eiffel. Continuamos a los Inválidos, que ya estaba cerrado (17h., hora de cierre). Pasamos al lado del “Grand Palais” y “Petit Palais” hasta la avenida de los Campos Elíseos. Desembocamos en la plaza de Concordia y aquí nos desviamos hacia la “Madaleine” para continuar por la R/ Saint Honoré hasta nuestro hotel. Hicimos el trayecto andando en menos de 4 horas. Precioso paseo por lo más emblemático de París. Nos cambiamos y volvimos al Barrio Latino a cenar pues allí hay una gran cantidad de restaurantes y mucha animación nocturna.
Martes, 12
Empezamos el itinerario por Les Halles con un día primaveral y continuamos hacia el Barrio Judío (R/ Rossiers) y nos dejamos llevar por sus estrechas calles. Acabamos en la plaza de los Vosgos, verdadero pulmón del “Marais”. Nos acercamos hasta la que fue plaza de la Bastilla y pasamos a la isla de Saint Louis. Todo cerrado. Muchos comercios cierran también los martes. Continuamos por boulevard de Saint Germain. Buenas calles para comer entre esta calle y el Sena y aprovechamos la ocasión. Mucha competencia y buenos precios. Al acabar, entramos en la iglesia de St. Severin(*), bastante bien conservada y con un bonito ábside. A continuación, seguimos visitando el mercado de St. Germain, restaurado y recuperado para el pequeño comercio. También su iglesia, bastante abandonada, por cierto. Volvimos a Tullerías, pasando por el palacio y los jardines del Louvre. Y nos acercamos al hotel para tomar un respiro.
La última parte de la tarde, la dedicamos a descubrir distintos y sorprendentes “pasajes”(*) próximos a Ópera. Acabamos cenando por la zona y volviendo al hotel.
Miércoles, 13
Última toma de contacto con París. Desayunamos en los jardines de las Tullerías. Compramos para comer y dejamos el hotel a las 11. Cogimos el metro hasta Porte Maillot y aquí el bus al aeropuerto. Aquí los controles fueron exhaustivos y cansinos. Nos despedimos de Francia con lluvia, algo que nos respetó durante todos estos días.
