Nunca había tenido una experiencia tan viva y agotadora como la que viví hoy. El "campo de juego" está situado cerca de Teixeiro. Lo gestiona una "empresa" llamada
Peinbol El grupo de "aventureros" fue más corto que de costumbre, 15 personas. Sería mejor un número en torno a 30 ó 40 participantes. De todas las maneras, al principio te impone porque tienes miedo de lastimar a alguien o autolesionarte. Después, ya pierdes ese miedo, pero cada vez va resultando más agotador porque las partidas se van sucediendo rápidamente y tu forma física tampoco es la idónea. A veces, me sentí acongojado cuando me atacaban varios enemigos y notaba los proyectiles silbando a mi alrededor. Y es que no había restricciones en la munición. ¡Barra libre!
Comimos en el Restaurante O Parador de Montesalgueiro. Abundante y buen churrasco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario